El Fósforo es un elemento esencial que desencadena una serie de procesos fundamentales para el correcto florecimiento de las plantas. Desde el desarrollo de sistemas radiculares tan extensos como eficaces hasta la activación de procesos metabólicos vitales.

El ciclo del fósforo
El Fósforo (P) es un elemento definido como macronutriente, pues interviene directamente y en grandes cantidades en el metabolismo de todas las plantas, y en especial en la del cannabis.
El ciclo del Fósforo se conoce como ciclo biogeoquímico, debido a que es un proceso que ocurre en la tierra e involucra la interacción entre los elementos químicos y los organismos vivos. Este ciclo se da siempre en un ecosistema dentro de un ciclo cerrado que se repite constantemente en nuestro planeta.
Son los seres vivos los que se alimentan del P, ya sea a través de procesos de descomposición por fosfatos o a través de rocas ya fosfatadas.
Estos fosfatos entran en contacto con los vegetales a través de la tierra. Los animales se alimentan de estos vegetales, los cuales contienen cantidades de P que serán aportadas nuevamente en forma de excrementos al subsuelo, para posteriormente ser tratados por la vida microbiana adecuando nuevamente el Fósforo en forma de fosfatos, que podrán ser absorbidos de nuevo por parte de las plantas, cerrando así el ciclo de este macronutriente.

Funciones del Fósforo en las plantas de cannabis
El P es un elemento nutritivo esencial para las plantas de cannabis. Gran parte de la energía que recibe la planta aportada por la luz solar es posteriormente almacenada en forma de Fósforo. Posteriormente, es utilizado para poder realizar los diferentes procesos metabólicos como la fotosíntesis, siendo el P, además, un componente del ADN.
Podemos decir, también, que este macronutriente es muy importante para el desarrollo de las plantas en sus diferentes etapas de vida, germinación, crecimiento radicular, crecimiento de la parte aérea, clonación o floración.
Las plantas absorben el P bajo forma de ion monovalente y bivalente, aunque el más utilizado por la planta es el ion monovalente, el que estará más o menos disponible dependiendo del rango de pH del sustrato. Cuanto más alto sea el pH, menor será la absorción de este nutriente por parte de la planta, induciéndola a mostrar signos de carencia.
A partir de la absorción de este macronutriente, las plantas pueden realizar diferentes acciones bioquímicas tales como la respiración y como sintetizar las proteínas e hidratos de carbono.
Sus funciones se traducen en:
- Un mayor desarrollo radicular
- Un mejor aprovechamiento del agua del sustrato
- Estimulación de la vigorosidad general de la planta de marihuana
- Formación de tallos más robustos
- Mayor resistencia a las heladas, ataques de insectos y enfermedades
- La duración del periodo vegetativo se reduce significativamente dada la explosión vegetativa producida por un rápido crecimiento radicular. Se podrá cambiar al periodo de floración de manera anticipada y, en consecuencia, se reducirá el tiempo total necesario para poder realizar un cultivo de cannabis
- Incremento de la producción y mejora de la calidad de los cogollos y semillas
- Influencia directa en la producción de hidratos de carbono, mejorando la producción de azúcares y almidones, produciendo frutos de mejor calidad
Carencia de Fósforo en las plantas de marihuana
Una mala asimilación del Fósforo o la ausencia de él se traducirá en una carencia de este elemento. Al igual que el Nitrógeno, este nutriente es móvil, lo que significa que se mueve con facilidad dentro del organismo de la planta, trasladándose a aquellas zonas con más actividad, como son las hojas más jóvenes.
Cuando este elemento se mueve de las hojas más viejas a las más jóvenes, las primeras sufren una clorosis volviéndose de color amarillo. Hay que considerar que las hojas más viejas y bajas de la planta realizan la función de reserva de nutrientes que la planta usará cuando lo requiera, por lo que este proceso se verá afectado.
A medida que la carencia se va desarrollando, la clorosis avanzará por la planta afectando a todas las hojas, tornándose de color amarillo. Si no se soluciona este problema, la planta sufrirá una defoliación masiva quedándose sin hojas para poder realizar sus funciones vitales y terminará en una muerte prematura.

Inicio carencia de Fósforo
La carencia de este elemento repercute en la planta generando:
- Retraso en el crecimiento de las hojas más pequeñas.
- Cambio a un tono morado de os tallos, peciolos y otras partes de la planta.
- Forma de garra con colores verde-azulados oscuros en las puntas de las hojas más viejas.
- Necrosis con un color morado-bronceado en las hojas más afectadas, arrugándose para finalmente caerse de la planta.
- Los cogollos son más pequeños y no se desarrollan como deberían.
- Las plantas son más vulnerables a cualquier tipo de infección ya sea causada por enfermedades, hongos o insectos.

Carencia Fósforo fase media
¿Cómo tratar la carencia de P?
- Regular el pH del sustrato entre 5.5 y 6.5 según tipo de sustrato utilizado; en hidroponía, el rango diferirá entre 5.5 y 6.2 según fase de cultivo.
- Con excesos de otros elementos como el Zinc o el Hierro, el Fósforo quedará bloqueado. Para corregir el bloqueo se debe realizar un lavado de raíz con el pH estable según fase de cultivo, y posteriormente realizar un riego ligero con un abono equilibrado rico en P.
- Los fertilizantes a utilizar para solventar la carencia pueden ser de carácter orgánico o mineral, siendo el mineral el de más rápida absorción por parte de la planta.

Carencia de Fósforo avanzada
Exceso de Fósforo
El exceso de P repercute en la planta bloqueando muchos otros elementos nutritivos como Calcio, Cobre, Hierro, Magnesio y Zinc, siendo el Zinc el microelemento más fácil de bloquear. De esta forma, debes estar atento a carencias de otros elementos para saber la severidad del exceso de Fósforo.
En el caso de existir un exceso de este elemento, realiza un lavado de raíz con un mínimo de 3 veces la capacidad de la maceta.
Éstos son algunos de los síntomas del exceso de fósforo:
- Coloración oscura o morada: Las hojas pueden mostrar una coloración oscura o morada, especialmente en los bordes.
- Retraso en el crecimiento: El crecimiento de la planta puede verse ralentizado, y las nuevas hojas pueden ser más pequeñas de lo normal.
- Deficiencia de Zinc: El exceso de Fósforo puede interferir en la absorción de Zinc, lo que puede resultar en síntomas de deficiencia de Zinc, como amarilleo entre las venas de las hojas.
- Clorosis: Las hojas pueden experimentar clorosis, que se manifiesta con un amarilleo generalizado, aunque las venas permanecen más verdes.
- Problemas con micorrizas: Un exceso de P puede interferir en la formación de micorrizas, debido a las asociaciones simbióticas beneficiosas que existen entre las raíces de las plantas y los hongos, esto puede afectar negativamente la absorción de nutrientes.
- Acumulación de Fósforo en el suelo: En suelos con exceso de P, las plantas pueden mostrar síntomas de toxicidad, incluso si se les suministra una cantidad normal del elemento.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar según la variedad que cultives y, por supuesto, de las condiciones en las que se encuentren tus plantas. La observación cuidadosa y el monitoreo de la salud de las plantas son esenciales para determinar la presencia de un exceso de este macronutriente y sí tendrás que ajustar las prácticas de fertilización según sea el caso.